Llegó un momento, quizá el de más oscuridad, en el que noté su presencia. Ahí estaba. Ahí estuvo siempre. En una esquina, junto a mi armario. Desde allí me observaba con sus ojos secos como si fueran dos bolas de barro árido, como si, tiempo atrás, hubieran estado húmedos y vivos. Pero para entonces sólo […]
Categorías