«Es un poco peligroso hablar libremente de lo que se te pasa por la cabeza como artista en un país islámico lleno de conformistas, sexistas, racistas y de los que promueven el odio… Pero las cosas están a punto de cambiar».








«Es un poco peligroso hablar libremente de lo que se te pasa por la cabeza como artista en un país islámico lleno de conformistas, sexistas, racistas y de los que promueven el odio… Pero las cosas están a punto de cambiar».