Fotografei você na minha Roleiflex
Revelou-se a sua enorme ingratidão
Só não poderá falar assim do meu amor
Este é o maior que você pode encontrar
Você com sua música esqueceu o principal
Que no peito dos desafinados
No fundo do peito bate calado
Que no peito dos desafinados
Também bate um coração
Antonio Carlos Jobim- Newton Mendonça
No encuentran voz para acoplarla a esas notas. Insuficiencia. Han desechado con rabia las voces cerradas, las que se bifurcan, las que merodean los cuencos para hacer vibrar el vacío en el fondo, las que son metáfora o hipálage o equívoco. Ofrecen apenas el sonido de una interrogación o un eco: el que se abre tratando de cercar la música que del otro lado ¿quiere tenderse, tal vez?, irresuelta. La voz que la escuchara, ¿cómo ascendería? ¿Cómo se urdiría entre los dedos que aflojan la clavija y se hunden temerariamente en el mástil?
***
Despiden
halo
de animal de
nudillos despellejados en el
vibrato en la
insustancia que
se prolonga
cuando
tratan de
armar la proposición principal
paradigma y
sintagma
copian en
un papel trenzado el
contenido del
mensaje
una y otra vez
las
palabras
la
letra grande y
pequeña
hay palabras
tantas
canción
pero no hay voz
todavía
y se
preguntan
¿cómo
será ese
amor que
se dé forma
yuxtapuesta? ¿cómo irá hacia
esa música
templada? ¿se
fijará
junto a ella
en
el oído? ¿cómo cebar
en el canto
el amaraje el
deseo de
fundirse?
***
Coral: el color
aún
de lo trémulo.
El Rincón del Buscador. 