Carta de la vigilia (enero 1998)
Quienes
hubieren sido humanos de espíritu
más que de carne y hueso han de multiplicar su gen en las estrellas
y serán infinitos
y quienes en el valle de sangre y de ternuras
hubieren sido justos habitarán el crisol del universo
por siempre han de permanecer el cantar y el amor
después que pase el último final de todo tiempo
y todo corazón que haya aprendido y enseñado a amar y a evolucionar
será en la luz de Dios y ha de fluir eterno
ojos de todo abismo han de flotar en él
y con Él vibrarán en la nueva conciencia
y escribirán la historia del espíritu vivo por los siglos
oh ceguera mundana oculta
por ti se han perdido lo humano
el ser original y la tierra
la insondable creación del misterio
-el todo- y su existir
la faz natural del planeta se ahoga en océanos vulnerables
qué impotencia dejar que invada lo oculto y sin luz
gobierne a esta humanidad no humana
padece el tiempo alteración de siquis
mutantes carnales y de toda especie emergen
qué hacer y decir si amos de tiniebla nos capturan …
nos hacen de ellos su presa y su empresa
qué síndromes aquejan a este mundo sobreviviente del espanto
Vienes en otra piel
ya no tienes por cuerpo el verdeclaro cosido
con agujas de agua
ni el páramo en tu espalda
ahora tienes razón de otra manera
amores de otro nombre
la paz de una mentira más barata
el ritmo tropical en tu cintura
bandejas con sirvientas desechables
zapatos que no pisan el aire ni los ruidos
y ese miedo de mirar hacia los sauces
en el tumbado alfombras que combinan
con tu piel y el muslo del durazno
espejos de marfil hasta en el piso
donde espectros se miran tus entrañas
ya no hay frío ni granizo en la luz