Del lat. labĭlis.
1. adj. Que resbala o se desliza fácilmente.
2. adj. Frágil, caduco, débil.
3. adj. Poco estable, poco firme en sus resoluciones.
4. adj. Quím. Dicho de un compuesto: Inestable, que se transforma fácilmente en otro.
LÁBIL. Húmeda. Fácil.
Como al entrar y salir
tú de mí.
–Tú. Quién eres tú–.
Escurridiza sin ser huidiza.
Sólo flexible
sólo fluida,
como el fluido que chupas tú
de mí.
–Yo. Qué cosa yo–.
Lábil.
Quiero ser lábil.
Frágil, caduca
como el rasgueo
contra mi nuca
de tu temblor
(Dios. Sol. Amor:
todo lo eterno
me da estupor).
Cederme meses,
años enteros
de estar confusa.
Desordenada, trémula
idea sin deducción.
No ser dicción
ni pensamiento.
Lábil. Me siento
una abstracción
inconsistente
de lo que pienso.
Lábil. Química. Grácil.
Como al querer compartir
sin exhibir.
–Dime: qué sabes de mí–
Modificable sin ser mutable.
Sólo permeable,
sólo extensiva,
así la deriva de tus palabras
en mi atención.
–Tú. La cinética. Yo–.