Llegar a casa
con tu olor.
En mis manos,
tu olor.
En mi almohada,
tu olor.
En mis ganas,
tu olor.
Cierro los ojos
y aspiro tan profundo
que parece que llegas.
Por la mañana
lo busco
y ya no queda.
Giro la almohada,
estrujo el recuerdo,
y ya no queda.
Aprieto los parpados,
respiro más alto,
pero ya no queda
Ni siquiera eso nos queda.