Categorías
Poesía

Emily Dickinson. 156.

Me quieres. Estás segura.

No temeré equivocarme.

No me despertaré engañada

una sonriente mañana

para descubrir que la luz del sol

ha desaparecido,

que los campos están desolados,

¡y que mi amada se ha ido!

No debo inquietarme. Estás

segura.

Nunca llegará esa noche

en que, asustada, corro a casa, a

tu lado,

y encuentro las ventanas oscuras,

y que no está mi amada.

¿Estás segura? ¿Nunca llegará?

Asegúrate de que estás segura.

Sabes que lo soportaré mejor

ahora,

si me lo dices así,

que si, cuando la herida haya curado,

en este dolor que tengo

me hieres otra vez más.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.