La piedra de la palabra
es un cuerpo solo.
Vino la mano del amor
que se besa en los puentes.
¿Estás ahí, peligro de la frente
que pasa sin soñar?
Cada sombra captura
un rostro de su sombra.
No hay mástiles en el vacío
que se ahoga
con qué furor este día.
Soltá tu espanto,
derribá las malas cifras de la bruma.
El deseo del mantel de lino
brilla en la oscuridad