Tumbada en la terraza
(la brisa mueve adornos
que entrechocan),
con las uñas azules
y las piernas inquietas
y el cigarro
crea anticipación
de otro desnudo,
pero el plano se alarga
(la música gotea)
y sus ojos se abisman,
y atardece,
y hay de pronto
(la bata es de tucanes)
cierta melancolía
en todo eso.