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Poesía

Sujata Bhatt. Ve a Ahmedabad.

Ve y camina por las calles de Beroda,

ve a Ahmedabad,

ve y respira el polvo

hasta que te ahogues y te enfermes

con una fiebre que el doctor no conoce.

No me preguntes

porque no te diré nada

sobre el hambre y el sufrimiento.

Cuando era niña aprendí

a nunca correr a alguien

de nuestra puerta. Madre me dijo

que diera agua fresca, buena comida,

nada que yo no comiera.

El hambre es cuando tu madre

te dice años después

que en América un doctor dice

que ella está desnutrida,

sus huesos débiles

porque nunca hubo suficiente

comida para los niños,

ella y las mujeres que venían

a nuestra puerta con los suyos.

Los niños siempre deben estar alimentados.

El hambre es que tu madre esté enferma

en América porque ella quería

que comieras bien. El hambre es

cuando caminas las calles de Ahmedabad

y en lugar de repartir

monedas para todos

les das tomates, pepinos,

e ir a tu casa con la boca

saboreando hojas de eucalipto quemadas

porque has perdido

el apetito.

Y sin embargo, no digo nada

sobre el hambre, nada.

Tengo amigos por todas partes.

Esta vez nos encontramos después de diez años.

Alguien murió.

Alguien se casó.

Alguien acaba de tener un bebé.

Y cargo al bebé

porque está llorando,

porque hay una extraña erupción

por todo su pecho

y mi amigo pregunta

si tengo un hijo y por qué no

y cuándo me voy a casar.

Y el autobús llega

lleno de gente colgada

por fuera, en las puertas y ventanas.

Y su bebé llora

en mis brazos, sigue llorando

y un anciano se despierta

y me grita: ¿Cómo pude dejar

que mi hijo se enfermara?

Afortunadamente, en ese momento

alguien cuenta un buen chiste.

Tengo amigos por todas partes.

Esta vez nos encontramos después de diez años.

Y el sufrimiento es

cuando camino por Ahmedabad

porque este es el lugar

que siempre amé

este es el lugar

que siempre odié

porque este es el lugar

donde nunca podré estar en casa

este es el lugar

donde siempre estaré en casa.

El sufrimiento es

cuando estoy en Ahmedabad

después de diez años

y aprendo por primera vez

que nunca escogeré

vivir aquí. El sufrimiento es

vivir en América

y no poder

escribir una maldita cosa

al respecto. El sufrimiento no es

para que te lo cuente.

Ve y camina por las calles de Baroda,

ve a Ahmedabad

y camina por el estiércol de vaca

pero no olvides

mirar al cielo.

Es especial en enero,

nunca más verás cometas como estos.

Ve y conoce a la gente si puedes

y si quieres saber

sobre el hambre, sobre el sufrimiento,

ve y vívelo por ti mismo.

Cuando hay una epidemia,

cuando el doctor dice

que tu hermano puede morir pronto,

que tu padre puede morir pronto

no me preguntes cómo se siente.

No se siente bien.

Por eso hacemos

té con hojas de tulsi,

por eso siempre hay alguien

que sabe una buena historia.

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