A la manera de Mario Benedetti
Defender mi odio a Octavio Paz como una trinchera
defenderlo del escándalo y el escarnio
de la censura y los censuradores
de los criterios pasajeros
y los definitivos
Defender mi odio a Paz como un principio
defenderlo del pasmo y la patada
de los neutrales y de la neurosis
de las duras infamias
y los torpes diagnósticos
Defender mi odio como una bandera
defenderlo del grito y la algarabía
de los ingenios y de las murallas
de lo pletórico y lo paradisiaco
y de la blasfemia y La Academia
Defender mi odio a Octavio Paz como un destino
defenderlo del miedo y de los ardores
de las subidas y las abatidas
de las distracciones y del oprobio
de la obligación de admirarlo
defender mi odio a Paz como una certeza
defenderlo del prójimo y la riña
de las fastuosas máquinas del tiempo
de la sequía y del relativismo
de los literatos optimistas
defender mi odio como un derecho
defenderlo de dios y del infierno
de las minúsculas y de la suerte
de los cuellierguidos y las ínfulas
del azur
y también del odio.