… lo último que recuerdo es a mi mujer mirándome asustada; luego, un duro golpe en la nuca.
Ahora, estoy tumbado delante del mar, sin nada en los bolsillos, e intentando moverme…
Al fin. De pie, observo el mar. Esta oscuro y denso. No hay luna, pero las estrellas apenas se ven por unas nubes cargadas de agua.
Pienso que opciones tengo. Escasas, ella estuvo allí. Lo vio todo. Debió ser mi colega Luis, el que me golpeó por la espalda, se llevó el dinero, y me dejó aquí vete a saber por qué.
Y fui yo quien maté a mi abuela.
Empezó a llover. Me encanta la lluvia. En 5 minutos, estoy desnudo bajo el chaparrón, mirando al cielo, y con solo un pensamiento: desaparecer.
Y eché a correr hacia la playa, en silencio…